Pretender robar una sonrisa, ¿Es buena idea?
La sonrisa es un condicionamiento claro para el cerebro propio y ajeno, predisponiendo que se encaminen a un estado de alegría.
En ocasiones el dibujo de los labios es una herramienta de trabajo personal.
Mantener bajo control el nerviosismo, es una de sus funciones.
Exponer la dicha, en reclamo de atención al deseo.
La manipulación de los propios procesos químicos, facilitando el camino a la felicidad.
Es una gran medida de apoyo, una señal de empatizar y consolar al prójimo. A la vez puede ser un síntoma de compartir alegrías fuera de las fronteras del propio ser.
En ocasiones esconde una profunda lucha por el control de la ira. Esta, permanece en alerta, a la espera de algún/a incauta/o.
Hacer desaparecer este primer paso, que encamina a un estado de bienestar auto-inducido. Puede llegar a desencadenar reacciones adversas dirigidas al/la imprudente que pretende robar su dicha.
En el último mes, me han hecho exactamente la misma pregunta dos mujeres. En lugares y situaciones completamente opuestas.
¿Porque sonríes tanto?
En el fondo la respuesta fue la misma, la diferencia solo perceptible en el fuego de la mirada.
– La felicidad depende en gran medida de la actitud que tengas en la vida.
En uno de los casos, el puro deseo hacía aquella persona, movilizaban mis músculos en busca de reclamar su atención como pavo real con su plumaje.
La otra, era parte del proceso que evitaba hundir a aquella persona en sus miserias, por su intento reiterado de hurto de la felicidad ajena.
En el caso de tener la oportunidad de contemplar una sonrisa y no conocer su origen. Limitaros a devolverla, quizás se contagie parte de su propósito.
En cualquier caso, el despertar de lo que puede esconder una sonrisa, siempre será pasional. El lado de la balanza hacia donde se inclinará dependerá de la actitud que tengas hacía la búsqueda de su armonía. En todo caso las consecuencias afectaran directamente y no de forma siempre proporcional al/la causante o al/la provocador/a.
Para terminar intentar aclarar el concepto. El único símil que se me ocurre, es el de los animales venenosos. Avisan de su peligrosidad, antes de proceder con su defensa demoledora. Si te ha faltado intuición y vista a las advertencias, estas en peligro.
Siendo más claro:
Si te dedicas a ser una ser despreciable delante de alguien que no deja de sonreír, procura que esa constante no desaparezca.