Los primeros, personas de primera línea.
Esa gente magnífica que abre nuevos caminos, que inspiran al resto de población.
Hoy las palabras no van por aquí, supongo que el titulo puede llevar a confusión.
Hemos vivido y estamos viviendo una situación que considero de crisis crítica tanto en salud, social, política y económica. La sensación de que la mayoría, no comparte mí preocupación, ni lamenta la actuación y actitud de lo que parece gran parte de la población. Por lo que a mí mente enferma, le deja bastante clara las medidas a tomar, en caso de que alguna vez, los políticos de turno nos metan en un conflicto bélico.
En primera línea, en trinchera, de avanzadilla, de punta de lanza, enviaría a los siguientes. Seguro que con el pasar del tiempo, se podrán incluir unos cuantos más.
Esos grandes Primeros.
– Mayores de 70 que pasean más que nunca y sin ninguna medida de contención.
-Progenitores, me da igual el género, que suplicaron y corrieron a sacar a su prole, para que chuparan farolas.
– Las personas que van a los comercios de alimentos, sin protección y lo toquetean todo.
– La élite del deporte de propósito de fin de año o operación verano, que les vinieron las ansias de golpe, por hacer cardio.
– A los cuatro pelos, que necesitaban con urgencia que les arreglaran la cabellera.
– A sanitarios incapaces de dar ejemplo.
– A políticos incendiarios, que les importa poco la verdad y la realidad.
Evidentemente al cabronazo que nos meta en una guerra, la cual espero no vivir. Ya que visto lo visto, estamos jodidos.
La gracia, es que estoy convencido que no haría falta reclutarlos. Simplemente hay que decirles que deben refugiarse, que están en peligro de sufrir hasta la muerte y ell@s mism@s, saldrán a pasear tranquilamente por primera línea de batalla. Económicamente rentables, ya que no hay ni que equiparlos adecuadamente.
Se que soy el anormal y este escrito lo evidencia, pero así soy y sin ningunas ganas de la normalidad mostrada.
Ot2M
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