Dios en su magnificencia, creo el lugar en el que pretendía jubilarse llegado el momento. Después de toda una existencia de servició. Que menos, que un lugar donde recogerse y descansar en paz.
Juntó los residuos necesarios. Únicamente requería del reciclaje correcto. Creo lo que ahora conocemos como planeta tierra.
Con su cielo, sus mares y océanos, regados con ríos y moteada por lagos de vida. Su basta tierra fue poblada por infinidad de color y vida. Se respiraba belleza por allá donde observabas. Todo tenía su cometido, su función. Con el único propósito, del correcto funcionamiento y mantenimiento de su parcela de cielo. Manera de despreocuparse hasta que llegara la deseada jubilación.
Los fines de semana, fiestas y días de guardar, procuraba desplazarse a su lugar de retiro.
Se tiene que reconocer que hizo un gran trabajo. Era un gran lugar donde relajarse sin preocupaciones y olvidar las tensiones propias de su existencia.
Pasaba horas y días contemplando satisfecho su gran obra. El planeta resplandecía por donde miraras. Brillaba en la inmensidad, como deliciosa i jugosa fruta en árbol desnudo.
Observaba largas jornadas los progresos de su creación. Corrigiendo, facilitando y mejorando las características, las herramientas para su cometido.
Cuando por trabajo se ausentaba durante largas temporadas, su paraíso bien gestionado en su presencia, terminaba por desmadrarse. Obligándolo ha hacer borrón y cuenta nueva. Parcial o aniquilación total. Había creado mecanismos de defensa en el propio planeta. Terremotos, volcanes, huracanes, tsunamis, inundaciones, heladas, sequías i un largo etcétera de posibilidades. En caso de ser apremiante, siempre podía disponer de un meteorito de su colección. Tanto servían para dar vida, aportando los ingredientes necesarios. Como en una receta de cocina. Mesurando cantidades y cocción, había creado el paraíso. También disponía de los destructores, ordenados por calibre y expansión de destrucción. Todo dependiendo del calado del borrado requerido.
Los animales resultaban tiernos, curiosos, divertidos, amigables, hasta amorosos. Pero quien se pasa la eternidad viendo documentales. Dios tampoco era la excepción, le faltaba algo de entretenimiento. Empezaba a necesitar algo más. Pensativo, mirándose el ombligo, creo al hombre.
El pobre, comparado con el resto de la creación estaba desvalido y sin un cometido concreto, podía pasar por un lerdo. El padre consentía al niño hasta convertirlo en un idiota descerebrado. Daban largos paseos contemplando todo lo bueno que les rodeaba. No tardaron en aburrirse, requerían de más. Dios dio con la clave para la buena amistad masculina. Creo la cerveza, viendo que era buena. Cerveza va cerveza viene, acabó pasando factura al esculpido cuerpo de Adan. Sólo permanecía en los recuerdos de tiempos mejores.
Su atocinamiento llego a un declive tal, que hasta ellos fueron conscientes.
Dios incapaz de imponer su voluntad a su colega de risas y birras. Era el amigo con el que había catado todo lo comible, bebible y fumable de su creación. Mirándolo desde la distancia, el pobre hombre era un auténtico tontón, pero le tenía cariño. Le caía bien, no tenía demasiado sentido, pero así era.
Contemplando lo que ya había sido creado y demostrado su valía. Comprendió que todos los machos de su creación eran un poco justitos, parecían fingir evolucionar frente a las hembras. Tan sencillo como crear una pareja a su soltero amigo.
Una mujer que le motivara a superarse y volver a la esencia, al redil que le llevara a la comunión con la creación.
Lilith creada a semejanza y mejorada después de los primeros evidentes fallos. Viendo el percal, la dejadez general. Los puso en solfa en menos tiempo del que Dios utilizó para parir el planeta.
Andan no tardo en ponerse hecho un galán. Todo parecía poco para ganarse los favores de aquella mujer. Los buenos propósitos, se quedaban cortos. Lilith mucho más capaz, abarcaba lo suyo, lo del otro y el de más allá. Parecía incansable, hasta que lo hizo. Un grito de guerra con el puño en alto, consagrando a todos los futuros muertos, puso fin a la armonía pretendida.
Dios sugirió a Adan que le propusiera procrear y poblar la tierra. Era la manera de tenerlos entretenidos. Ella se negó en redondo. No con ese borrego.
Estaba conforme con el proceso, pero no con el individuo. Solicito un nuevo compañero, cosa que enfureció a Dios. Apreciaba a su amigo y no podía hacer tal cosa. No había licor ni droga que pudieran ayudar a aquel desvalido si la mujer creada para el lo rechazaba.
Como aquel que no quiere la cosa. Dios le preparo la maleta y la acompaño al extremo opuesto de su buen amigo. A esté le explico que había ido a por tabaco y se había perdido en la oscuridad de la creación.
Con alevosía, prepararon la estrategia a seguir. La siguiente compañera, le explicarían los cuentos necesarios para que se sintiera en deuda perpetua.
El estado de embriaguez y de alucinaciones constantes, facilitaban las sandeces. Unas eran medidas inmediatas y otras generacionales. Fuera como fuera, los amigotes del pan y vino, seguirían con el plan establecido.
Barajaron varias opciones, estas son un ejemplo:
1. Ponerle correa extensible.
2. Minar su autoestima.
3. Robarle:
3.1. La Razón.
3.2. La Dignidad.
3.3. El Respeto por si misma.
3.4. Expresarse con libertad.
3.5. El Librepensamiento.
3.6. La Toma de decisiones.
3.7. La Voluntad.
3.8. La Igualdad.
3.9. La Sexualidad.
3.10. El Placer.
3.11. El Alma.
4. Promocionarían que fuera servicial y abnegada.
5. Cualquier equivocación o error se magnificaría.
6. Sus éxitos deberían ser 100 veces demostrados, antes de considerar contar una.
7. Su función principal, estar supeditada.
8. Escaparates vivientes.
9. La incapacidad para conseguir cambiar al primario de Adan.
10. Aumentar su capacidad de tolerancia a la estupidez.
11. Su envoltorio el único interés.
La opción 3.8. de la lista, empezó con un simple cuento en la creación de su ser. Proceder de una costilla de su compañero de existencia. No tenía demasiada sentido. Sin escáners de comprobación, quien era ella para discutir nada. Acababa de nacer.
Muchas de la cata de opciones que barajaron los machotes de la existencia, siguen en proceso. Otras por lo contrario, parecen ya olvidadas, inexistentes. Entre el bombardeo constante de cánones de belleza. Asemejarse a jarrones de flores artificiales y encontrar la personalidad adecuada, en la porcelana quebrada.
Algo más de dos milenios jubilado. Sin ser capaz de visitar el estercolero en el que han transformado el paraíso. Sus amigos de risas y drogas, satisfechos siguen hablando en su nombre. Sometiendo a sus iguales “por prescripción divina”. Su amor incondicional i la comprensión de que nosotros mismos nos encargaríamos de reiniciar el planeta. Sin requerir el mínimo esfuerzo. Únicamente un poco de fe y paciencia en el transcurso del tiempo. Un suspiro en la eternidad. El resultado final queda garantizado. En la agonía de su creación, comprende el gran error. Su amigo servía para las juergas, pero ellas son las que más se asemejan a él. Creadoras de vida, paciencia infinita i tolerancia a las estupideces constantes de su descendencia. Diosas menospreciadas por simples primarios involutivos.
Comprendió que el amiguismo, no es conveniente para la gestión de todo lo bueno. En el próximo intento lo haría mejor. És cuestión de tiempo, que los descendientes de su amigo colapsen en extinción.
Ot2M
Pinceladas a la creación
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