Estados de ánimo cómplices.
Encontrando el equilibrio entre tormento y placer.
Urge la necesidad de yacer, en el deseo fiel.
Compartir ante la misma mirada, una y otra vez.
Acompasar la respiración, entre suspiros y jadeos de insensatez.
Voraz locura, la de soñar en tú piel.
Exquisita estupidez, la conexión del tal vez.
Encontrarnos, quizás borre las heridas dejándolas del revés.
Presente donde conquistar leyendas, que no nos deriven hasta la dejadez.
Estado de ánimo cómplice.
Que el ahora predomine sobre el ayer.
Despiertos o dormidos, que el mañana, no nos pille ausentes.
Exhalar sin recordar, los golpes del proceso de existir.
Compartir sin excusas, ni miedos que mentir.
Aparecer ante ti, con la primera piel que nos vio fluir.
Abandonar el estado, del que está sin ti.
Esquivar balas de dudas, permitirnos el derecho a persistir.
Que sueños y realidad, confluyan hasta el confundir.
Estados de ánimo cómplices,
entre tu y yo,
está todo por decidir.
Ot2M
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