Bon dia, tot el dia.
Los Alcaldes de Barcelona y la actual alcaldesa, llevan años interfiriendo en el correcto tráfico. Convirtiendo una ciudad ágil, en un abuso de señales sin sentido, que entorpecen a cualquier medio de transporte que se decida. Hasta caminar se vuelve insultante.
Lleva tiempo que la común y yo, distamos mucho de lo que significa sentido común.
Entre semáforos que no regulan nada, ampliaciones de carril bici y sus respectivos obstáculos. Rotondas gestionadas por semáforos, perdiendo todo sentido de su cometido.
Se decidió que coches que pagaban sus impuestos y pasaban sus revisiones, ya no eran aptos. Que contaminaban aún estando en los límites que gestionan las ITV. Vehículos que hacían su perfecta función, contaminaban menos pudriéndose en un desguace. Claro está, que se debe perder la perspectiva cuando comienzas a jugar con las cantidades de dinero público. Debe ser por ello, que se a olvidado, de lo caro que resulta cambiar de vehículo. Sin contar con la indignación que supone, desprenderse de un objeto que sigue haciendo su función y más, si está en perfecta revisión. Garantizada por una ITV OBLIGATORIA.
Medidas cínicas
La gracia es que con está imposición, intentaba derivarte al transporte público. Uno, que depende de donde vivas es deficiente. Pero es lo de menos, para eso tienes los pies. Tranquilos que se han encargado que no puedas caminar mucho rato seguido. Tienes tiempo de sobras para recobrar el aliento.
La medida constante de subir el precio del transporte público, me parece un despropósito recaudatorio. Gestado con mala fe, alevosía y muy poca vergüenza.
Lo último si que ya es el súmmum de la desfachatez y del hurto más menospreciable. Los que nos alternamos entre andar y autobús. Que no consumimos y no requerimos una tarjeta mensual. Que nos iba bien la T10 (aún que la considero cara y más si les robas los vehículos por decreto a los ciudadanos), nos suben el precio. Como el resto de cosas, que curiosamente puede tener un uso para el turista.
El colmo, es cuando me dicen, que no puedo invitar a nadie con mi tarjeta exageradamente cara. Me suben el precio y rebajan lo que puedo hacer con ella. Me parece un insulto a la inteligencia y una desfachatez al sentido común. No considero correcto seguir sangrando al ciudadano. Me mosquea más lo consentidores que somos.
Si quiere reducir la contaminación. Comience con la industria y grandes empresas y cuando consiga que no sean contaminantes. Vaya descendiendo, hasta alcanzar al desprotegido Barcelonés, que paga y paga y sigue pagando, para poca cosa útil realmente. Supongo que se pretende que nos sea prohibitivo vivir en la ciudad.
Hace un mes aproximadamente, cambiaron todos los parquímetros que por otra parte hacían su cometido, por unos nuevos. Necesario?
Ahora nos inundan a más radares, en una ciudad pensada y diseñada para ser veloz y ágil.
Ex Alcaldes, Alcaldesa, me tiene consternado su incompetencia y su ánimo por sangrar y destruir la que fue mí amada ciudad.
Para no ser una misiva completamente negativa. Les tengo que agradecer, el aumento gradual de mí paciencia, a las acciones estúpidas y recaudatorias sin retorno, que toman.
Ot2M
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