
Lo Incognoscible /Lo Divino / Odín
El Vacío es el final, el Vacío es el principio. Esta es la Runa de la confianza absoluta y debe ser tomada como estimulante evidencia de tu más inmediato contacto con tu verdadero destino propio que, una y otra vez, surge como el Fénix de las cenizas de lo que conocemos como “suerte”. La Runa Blanca puede presagiar una muerte. Sin embargo dicha muerte usualmente es simbólica y podría relacionarse con cualquier parte de tu vida como la vives ahora. Renunciar al control es el reto final para el Guerrero Espiritual. Aquí el Incognoscible te informa que está en movimiento dentro de tu vida. Un potencial sin diluir está contenido en esa blancura. Al mismo tiempo preñada y vacía, comprende la totalidad del ser y todo lo que ha de ser actualizado. Y si en verdad existen “asuntos escondidos por los dioses”, sólo necesitarás recordar: Lo que nos llama es el poder creativo de lo desconocido. Sacar la Runa Blanca trae hacia la superficie tus más profundos temores: ¿Fracasaré?¿Seré abandonado?¿Seré despojado de todo? Y no obstante tu más alto bien, tus más genuinas posibilidades y todos tus sueños fértiles están contenidos en esa blancura. La buena voluntad y el permitir en lo que esta Runa te requiere, pues ¿cómo esperas ejercer control sobre lo que aún no tiene forma? La Runa Blanca a menudo pide un acto de valor no menor que saltar al vacío sin nada en las manos. Sacarla es una prueba directa de Fe. La Runa Blanca representa el camino del karma –la suma total de tus acciones y sus consecuencias. Al mismo tiempo esta Runa enseña que las deudas mismas de un karma pasado cambian y evolucionan conforme tú cambies y evoluciones. Nada es predestinado. Los obstáculos de tu pasado pueden convertirse en las puertas que abren hacia nuevos principios. Siempre que saques la Runa Blanca toma aliento: sabrás que la labor del auto-cambio está progresando en tu vida.